Esbiners
11.04.29

“Si quieres saber más de plomería consulta un plomero; si quieres saber de la vida, sal a la calle”. Este refrán parece ser la consigna de una subcultura peculiar que es parte de las generaciones actuales que conviven en nuestro planeta. Este creciente clan va contra las nociones de la mayoría que asegura que el mundo es cada día menos espiritualizado. En realidad el mundo es cada día menos religioso y más espiritual, estando la humanidad sumergida en una marcada (y tempestuosa) fase de transición entre estos dos estados. Parte de esta fase es un ajuste natural, cada día más consciente, a los cambios que venimos experimentando en nuestro entorno físico-material. Otra parte significa que el ser humano está despertando y se interesa menos en las partes divididas y más en aquello que es común a todas las partes... menos en lo que hemos inventado y más en la esencia universal. Nada, absolutamente nada, puede detener el progreso de la naturaleza.
      El acrónimo inglés SBNR (sigla de “espiritual pero no religioso”, lo que llamo “esbiner” ) parece estar identificando este movimiento en muchas partes del mundo pero con mayor énfasis en Estados Unidos. La postura esbiner, así como la de personas afines a ésta, no es necesariamente antirreligiosa sino que constituye la manifestación más reciente de lo que comúnmente se conoce como “agnóstica”: no aceptar ninguna religión para sí mismo. Sin embargo el estado esbiner rechaza el agnosticismo por su definición estricta que es la “actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia” (mundana). La rechaza precisamente porque es la propia experiencia lo que generalmente lleva mucha gente a abandonar la religión.
      He argumentando anteriormente en contraposición a la opinión de que el mundo es actualmente un infierno de violencia, hambre, contaminación, criminalidad, corrupción, etc. Propongo que un porcentaje más alto de la humanidad está más activo hoy día en la búsqueda espiritual que en épocas pasadas. El movimiento esbiner, junto con múltiples encuestas realizadas recientemente, provee evidencia que apoya mi conclusión. A falta de estadísticas acerca de nuestro país, me veo una vez más obligado a usar números foráneos.
      Desde el 2003 la entidad Higher Education Research Institute ha venido tocando este tema. En ese año uno de sus sondeos entre jóvenes universitarios reveló que un 70 por ciento de los encuestados estaba de acuerdo que uno “puede crecer espiritualmente sin ser religioso”. Más recientemente, el presidente de la empresa cristiana estadounidense LifeWay Christan Resources dijo: “Si la tendencia continúa veremos iglesias desapareciendo tan rápidamente como los concesionarios GM (General Motors)”. Él se refería a una encuesta realizada en octubre del 2010 entre jóvenes entre las edades de 18 y 29 años de edad, la llamada “Generación Y” o los “Mileniales”.
      La encuesta de HERI sorprendió al público al revelar que el 72 por ciento de los participantes dijo ser “verdaderamente más espiritual que religioso”. Entre el 65 por ciento que se autoidentificó como cristiano “muchos son dudosos o solamente de nombre, la mayoría simplemente indiferente”, concluye LifeWay. Los hallazgos de esta encuesta encuadran con otra realizada recientemente por el prestigioso Pew Forum on Religion & Public Life comparando las creencias de los mileniales con generaciones anteriores.
      He aquí algunas de las características de los esbiners, extraídas de estudios recientes(1). Quizás algunos de los lectores se identifiquen con algunas de éstas. Los esbiners:
      1. Valoran su libertad y autonomía espiritual personal más que nunca. Quieren tener la libertad de integrar lo mejor de la ciencia racional contemporánea, la filosofía y el arte con sus valores espirituales.
      2. Quieren podar, cortar a la medida o reenergizar su religión identificando, integrando y escogiendo ideas y prácticas de la sabiduría que más afirme la vida, procedente de todas las religiones y tradiciones espirituales del mundo, en muchos casos sin adherirse a ninguna doctrina en particular.
      3. Tienen un sentido de que la experiencia espiritual directa de la Más Alta Realidad es el único y más poderoso recurso y herramienta para la transformación personal; y que tal experiencia, como el núcleo original de la religión, está siempre disponible abierta y directamente a cualquiera, en cualquier lugar, en cualquier momento.
      4. Tienen un sentido de que ninguna religión o perspectiva religiosa por sí sola tiene todas las contestaciones, que todas las religiones actuales podrían ser opiniones parciales o complementarias de la Más Alta Realidad y sus Misterios, por lo que procuran obtener una perspectiva espiritual más completa integrando y armonizando las parciales.
      5. Quieren descubrir por sí mismos su propia espiritualidad personal y su propia relación con la Más Alta Realidad en vez que otros - incluyendo autoridades religiosas tradicionales o dogmas creados en tiempos míticos premodernos - le digan cómo debe ser su espiritualidad.
      6. Tienen un sentido de que la transformación personal que viene de la experiencia individual de la Más Alta Realidad es también la fuente más eficaz de sanación y transformación social, espiritual y global.
      7. Asumen la completa responsabilidad de desarrollar su propia espiritualidad.
      8. Creen que la alineación de sus intenciones espirituales internas los preparará mejor que las religiones tradicionales para coparticipar con otros individuos espirituales para responder a los críticos retos globales de índole política, de justicia social, ecológica y económica.  
      9. Creen que pueden y deben aprender a desarrollar y escuchar su auténtica voz espiritual interna, debido a que ésta refleja la naturaleza de la Más Alta Realidad y debe ser considerada la única autoridad.
      10. Creen que no existe conflicto espiritual en mantener siempre una racionalidad mental incisiva para discernimiento, ésta en equilibrio con los sentimientos del corazón y el espíritu de modo que ambas partes sean usadas en un balance autocorrectivo.
      Opino que son tiempos maravillosos, especialmente debido la gigantesca abundancia de información que tenemos a nuestra disposición. Hubo tiempos en que el ser humano tenía que creer todo cuanto se le ordenara, bien fuera por gobiernos, sistemas religiosos o gobiernos religiosos. Estos hechos, como todos los que van contra la corriente universal natural, tuvieron su catastrófico Vesubio. En realidad la erupción del Vesubio espiritual global se había venido fraguando desde que Cósimo de Medici impulsara el Renacimiento (el re-nacer humano) en 1460 comisionando la traducción y reproducción del Corpus Hermeticum. Esta segunda explosión ha sido más lenta, pero no menos importante. El movimiento SBNR es la evidencia más palpable de ello.
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(1) Provistas por la organización SBNR, www.sbnr.org
(2) Disponible: Artículo en revista Culture (en inglés), página 12

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